“A las chicas os cuesta más llegar, sois más complicadas”, “uf es que cada una tenéis vuestro punto, hay alguna muy rara por ahí”, “me cuesta un montón correrme, hay que tener mucha paciencia conmigo”, “tengo problemas para alcanzar el orgasmo cuando me acuesto con alguien” etc.
¿Te resulta familiar alguna de estas frases? ¿Has dicho o escuchado algunas de ellas? Probablemente sí. Desde pequeñas nos enseñan a ser sacrificadas, entregadas, protectoras, maternales y complacientes. Algunas pensarán: qué va, a mí no. Sí, a ti también. Tú también estás familiarizada con el rol de mujer maternal, protectora y complaciente. Es más, lo tenemos tan incorporado que a nadie sorprende ver a su madre en Nochebuena levantarse diez veces de la mesa para atender deseos o necesidades ajenas. Estamos ahí para que estéis bien, para cuidaros, para cederte mi trozo, no, de verdad, no me importa quedarme yo sin porción si…
View original post 653 more words